Se recuesta en el diván, cierra los ojos, busca una posición cómoda. “…La respiración es más lenta, suave, pausada y profunda… los párpados pesan… Sientes el cuerpo más pesado,… más pesado…”
Más o menos, de esta forma, el paciente entra en hipnosis profunda. Depende lo que haya que hacer, será la frecuencia utilizada. Ésta podrá ser “alfa” para la inducción hipnótica o “delta” (más profunda) para aplicar anestesia.
La hipnosis es una técnica que no se sabe aún de qué tiempo data. Se habla de los tiempos de los pueblos originarios de América, cuando los mayas hacían lo que hoy llamamos “intervención quirúrgica” aplicando hipnosis. También se habla de oriente, cuando los indúes aplicaban las regresiones como método terapéutico hasta que el Imperio Romano se los prohibió por considerarlos herejes.
Se trata de un alterado estado de conciencia, donde el paciente tiene el control, el registro de lo que está ocurriendo en la sesión. Esto es así en el método de hipnosis ericksoniana. Es esa instancia intermedia entre estar dormido y estar despierto, pero con plenas facultades (sino no sería posible entrar y sostenerse en trance hipnótico).
Lo cierto es que para conflictos actuales o cuadros clínicos como trastornos obsesivos y compulsivos (TOC); trastornos de bipolaridad; fobias; ataques de pánico; estrés post traumático; fatiga crónica; angustia; trastornos de ansiedad; depresión; adicciones; terapias del dolor; entre otros, la hipnosis resulta una importante y eficaz herramienta.
Como todo tratamiento holístico, no posee efectos secundarios como la medicación.
La hipnosis es empleada también como anestésico, teniendo la ventaja de no requerir de droga alguna.
La hipnoterapia se utiliza para dejar de fumar, mejorar la comunicación con los hijos. También aplicando la “hipertermia hipnótica” (aumento de la temperatura en una determinada zona, una vez aislada la misma) se la emplea en oncología, fibrosis, estimulación glandular, cicatrización, cauterización, dilatación, etc., dependiendo de los tiempos de aplicación y cantidad de sesiones.
Como podrá apreciarse, el alcance de los usos de la hipnosis es muy amplio.
A través de la hipnosis se realizan regresiones. Se trata de una especie de “viaje mental” en el tiempo. Al paciente le aparecerán vivencias que les serán conocidas y otras que se enterará por primera vez. Esto ocurre con regresiones a la vida actual y con regresiones a las vidas pasadas, por igual. Allí también aparecerán emociones, por las que no deberá preocuparse, ya que el paciente no está solo en este “viaje”. Además, como dice el Dr. Brian Weiss, no hay que preocuparse, se trata de emociones, no es otra cosa, y es bueno que aparezcan.
Hay regresiones a la vida actual (RVA), a vidas pasadas (RVP), y progresiones que pueden ser a la vida futura actual (PVA) o a otras vidas futuras (PVF).
Los alcances terapéuticos que se adquieren a través de las regresiones, las terapias de vidas pasadas y las progresiones son muy satisfactorios. Muchas veces buscamos desafortunadamente la causa, el origen de determinado síntoma. Hacemos un minucioso rastreo en la historia del paciente y nos damos cuenta que el origen de ese síntoma no está en su vida actual, en su infancia, en su pasado, sino que se encuentra en una vida pasada.
Aplicando la técnica adecuada, hacer una regresión a una vida pasada, tiene como finalidad terapéutica la de poder reprogramar esa información en esa vida pasada, para producir las modificaciones necesarias en la vida actual.
En cuanto a las progresiones, estas también tienen sus finalidades terapéuticas. Algunas de ellas son: La búsqueda de la estabilidad generalizada (física, mental y espiritual). La toma de mejores decisiones hoy, si ya se vio el futuro. La toma de decisiones ahora, modifica el futuro de manera constante. La libertad de elegir otros caminos, ya que por el hecho de ver el futuro, no estamos obligados a vivirlo. Entre otras.
“…ahora voy a contar desde diez hasta cero…, cuando llegue a cero, vas a estar fuera de hipnosis…, vas a abrir lentamente los ojos… te vas a encontrar en el sillón de mi consultorio, cerca de mí,… diez,…nueve,…la respiración es normal,…la temperatura de tu cuerpo es normal…”
Lic. Carlos A. Scardulla
Más o menos, de esta forma, el paciente entra en hipnosis profunda. Depende lo que haya que hacer, será la frecuencia utilizada. Ésta podrá ser “alfa” para la inducción hipnótica o “delta” (más profunda) para aplicar anestesia.
La hipnosis es una técnica que no se sabe aún de qué tiempo data. Se habla de los tiempos de los pueblos originarios de América, cuando los mayas hacían lo que hoy llamamos “intervención quirúrgica” aplicando hipnosis. También se habla de oriente, cuando los indúes aplicaban las regresiones como método terapéutico hasta que el Imperio Romano se los prohibió por considerarlos herejes.
Se trata de un alterado estado de conciencia, donde el paciente tiene el control, el registro de lo que está ocurriendo en la sesión. Esto es así en el método de hipnosis ericksoniana. Es esa instancia intermedia entre estar dormido y estar despierto, pero con plenas facultades (sino no sería posible entrar y sostenerse en trance hipnótico).
Lo cierto es que para conflictos actuales o cuadros clínicos como trastornos obsesivos y compulsivos (TOC); trastornos de bipolaridad; fobias; ataques de pánico; estrés post traumático; fatiga crónica; angustia; trastornos de ansiedad; depresión; adicciones; terapias del dolor; entre otros, la hipnosis resulta una importante y eficaz herramienta.
Como todo tratamiento holístico, no posee efectos secundarios como la medicación.
La hipnosis es empleada también como anestésico, teniendo la ventaja de no requerir de droga alguna.
La hipnoterapia se utiliza para dejar de fumar, mejorar la comunicación con los hijos. También aplicando la “hipertermia hipnótica” (aumento de la temperatura en una determinada zona, una vez aislada la misma) se la emplea en oncología, fibrosis, estimulación glandular, cicatrización, cauterización, dilatación, etc., dependiendo de los tiempos de aplicación y cantidad de sesiones.
Como podrá apreciarse, el alcance de los usos de la hipnosis es muy amplio.
A través de la hipnosis se realizan regresiones. Se trata de una especie de “viaje mental” en el tiempo. Al paciente le aparecerán vivencias que les serán conocidas y otras que se enterará por primera vez. Esto ocurre con regresiones a la vida actual y con regresiones a las vidas pasadas, por igual. Allí también aparecerán emociones, por las que no deberá preocuparse, ya que el paciente no está solo en este “viaje”. Además, como dice el Dr. Brian Weiss, no hay que preocuparse, se trata de emociones, no es otra cosa, y es bueno que aparezcan.
Hay regresiones a la vida actual (RVA), a vidas pasadas (RVP), y progresiones que pueden ser a la vida futura actual (PVA) o a otras vidas futuras (PVF).
Los alcances terapéuticos que se adquieren a través de las regresiones, las terapias de vidas pasadas y las progresiones son muy satisfactorios. Muchas veces buscamos desafortunadamente la causa, el origen de determinado síntoma. Hacemos un minucioso rastreo en la historia del paciente y nos damos cuenta que el origen de ese síntoma no está en su vida actual, en su infancia, en su pasado, sino que se encuentra en una vida pasada.
Aplicando la técnica adecuada, hacer una regresión a una vida pasada, tiene como finalidad terapéutica la de poder reprogramar esa información en esa vida pasada, para producir las modificaciones necesarias en la vida actual.
En cuanto a las progresiones, estas también tienen sus finalidades terapéuticas. Algunas de ellas son: La búsqueda de la estabilidad generalizada (física, mental y espiritual). La toma de mejores decisiones hoy, si ya se vio el futuro. La toma de decisiones ahora, modifica el futuro de manera constante. La libertad de elegir otros caminos, ya que por el hecho de ver el futuro, no estamos obligados a vivirlo. Entre otras.
“…ahora voy a contar desde diez hasta cero…, cuando llegue a cero, vas a estar fuera de hipnosis…, vas a abrir lentamente los ojos… te vas a encontrar en el sillón de mi consultorio, cerca de mí,… diez,…nueve,…la respiración es normal,…la temperatura de tu cuerpo es normal…”
Lic. Carlos A. Scardulla