Es un puente que se establece entre el pensar
y el sentir de la persona, y los otros con quien establece vínculos.
Es un modo de comunicarse. De ampliar el
espectro de los pensamientos y de los sentimientos. Es comenzar a ver la vida
desde una óptica ampliada. Es salir del ombliguismo y poder ponerme en el lugar
del otro. No para ser otro, sino para ser verdaderamente yo. Es decir, con
otro.
Es un estado de alteración de la conciencia.
Pero no de pérdida de la misma. Una cosa es alterarse, ampliarse y otra es
perderse. Es salir de frecuencias cerebrales nocivas (Gamma), o con permanencia
innecesaria (Beta). Es estar en Alfa. Es no estar ni en Theta (sueño), ni Delta
(sueño profundo). Porque necesito no perder mi conciencia, para poder
modificar. Para poder responsabilizarme de lo qué cambiar.
Es una herramienta que puedo utilizarla como
estrategias para superar o lograr objetivos, para sanar mi mente desde la
Ansiedad. Mi cuerpo desde cualquier malestar físico.
La Hipnosis Clínica Ericksoniana transformó la
pasividad del paciente ante la Hipnosis Clásica. Una Hipnosis Imperativa. Que
venía de afuera porque el poder estaba concentrado en el Hipnólogo.
Milton Erickson transformó y transfirió el
poder al paciente. Le otorgó al Hipnólogo, su ayuda, orientación, sostenimiento
primario. Pero le otorgó al paciente el verdadero éxito. Supo ver que el
potencial, estaba en el Hemisferio Cerebral Derecho del paciente, a través de
la Imaginación, de la Creatividad.
Hay un antes
y un después en la Clínica Holística. En la Clínica en general, a partir
de los aportes de Milton Erickson.